miércoles, 27 de noviembre de 2013

“¿Para qué es la  entrevista?”
           

Por Vicente Roca



            Habíamos tratado de concordar una entrevista, aunque debido al poco tiempo que tenía Waldo no pudimos nunca concretar la cita. Los días pasaban y yo me preocupaba porque no me llamaba para poder juntarnos a charlar.             Entonces, decidí llamar a la escuela donde trabaja, de echo es dueño de ella. Al atender del otro lado no era él, sino la secretaria, quién además de serlo es su hermana, Débora. Luego me derivó a él, que me contestó con la mayor simpleza posible:
            -“No te preocupes mandalo por Internet, que cuando llego a casa te lo respondo”- haciendo referencia a que se la mandara por mensaje privado vía facebook, que luego me la respondería por la misma red social.
            Las horas pasaban y no recibía la respuesta de Waldo, así que nuevamente lo llamé, en esta ocasión no fue a la escuela donde llamé sino a su casa directamente. Me atendió Waldo, excusando su retrasada respuesta que se le había roto la computadora y que estaba imposibilitado en responder mi cuestionario. Entonces, decidimos retrasar la entrevista un día más y realizar la misma al otro día.
            Al siguiente día fui a la  escuela en donde trabaja, la EMU (Educación Musical). Pregunté por él, y a los cinco minutos apareció por los pasillos donde habíamos acordado que se realizaría la entrevista. Debido al ruido que se generaba allí, me invitó a pasar a su oficina, donde pudimos charlar sin ningún tipo de inconvenientes.
            -¿Para qué es la  entrevista?- comenzó preguntando Waldo, imponiéndose antes de que yo quisiera decir algo.
            A lo que le explique, que era para un trabajo práctico final de una materia anual llamada Grafica I.
            Ante mi simple respuesta, Waldo Brandwajnman se tranquilizó y dijo: y se dispuso a responder mis preguntas con inquietud por mi sorpresiva entrevista.
            Estaba vestido con su típica camisa violeta manga largas, unos borcegos color marrón y un Jean azul clásico marca Levi’s. Se apoyó contra el respaldo afirmando:
            -“Ya estoy listo, preguntame lo que quieras”
            Así empezó la entrevista, la misma no duró mucho tiempo. Empezamos con unas preguntas simples, para que se sienta menos tenso y se largue a hablar, las cuales fueron respuestas con rapidez por Waldo:
             “De grande descubrí que sufría de esta grave enfermedad. Fue un día haciéndome un control médico, me saltó que tenía la Glucemia un poco alta y de allí tuve que seguir con los odiosos controles hasta que la encontraron alta del todo.”
            Luego profundizamos el nivel de las preguntas, y el efecto esperado fue logrado, el entrevistado se largo a hablar sin que tuviera que decir más que las preguntas explicitas:
            “El diabeto necesita aprender mucho sobre la alimentación y que le produce el alza del Azúcar en la sangre. Ya que al revés de lo que uno cree, el azúcar se encuentra en la harina, los almidones como el arroz.  Personalmente recomiendo, pensar en un plato ( a la hora de comer) partido a la mitad, y este a su vez partido nuevamente; en uno de los cuartos del plato comer arroz o un miñón de pan, 5 ravioles, etc., esto es esencial para que el cuerpo consiga de dónde sacar fuerzas; en el segundo cuarto se puede comer pollo, pescado o legumbres; y en la mitad restante combinar una buena ensalada, variada en colores ( lechuga, recula, tomate, zanahoria,etc).” 
            Finalizando las preguntas afirmó:
            “Hay que cuidarse todo el tiempo, constantemente todos los días, pero la vida es normal común y silvestre. Aunque hay que tratar de no ser para nada sedentario, ir al Gym (Gimnasio) o salir a caminar todos los santos días, dicen que los primeros 20 minutos baja el nivel del azúcar y luego viene la baja de peso. Cuanto menos peso tengas mejor es para tu salud. La diabetes, realmente, cambió mi vida, porque hay que estar siempre atento a los síntomas. Si te baja el azúcar hay que controlarse para hacer Hipoglucemia (cuando baja el nivel de azúcar) y si te descuidas al ser una enfermedad silenciosa, hay que cuidarse”
            Al concluir sus respuestas, le agradecí la disposición y la buena onda, entonces se despidió:

            - Gracias a vos, me gustó ser entrevistado. Después contame como te fue- largándose su particular y única risa de él, de Waldo Brandwajnman.


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