miércoles, 27 de noviembre de 2013

El Vegano

Por Vicente Roca
            Iván Dietrich tiene 25 años. Vive solo en un monoambiente en la ciudad de La Plata, que tiene todas las paredes pintadas por él mismo. Estudia la carrera de Artes Plásticas con orientación en Dibujo desde hace siete años en  la Facultad de Bellas Artes de la UNLP (Universidad Nacional de La Plata).
            El joven nació en Rio Negro, pero desde los cinco años se mudó con su familia a la provincia de Neuquén. 
            No utiliza ni redes sociales ni Internet ni Whastsapp, se maneja con un teléfono móvil precario, de los más antiguos y de simple uso. Aunque tiene mail, es solamente para asuntos exclusivos de estudio. Le encanta viajar, lo hace con mucha frecuencia; en general, va de campamento y casi siempre- por no decir todo el tiempo- va de mochilero.
            Sus amigos lo definen como hippie, le gusta fumar marihuana por eso es que cultiva su planta.  Le fascina la buena música, se pasa el día entero escuchando  reggue y rock, tanto nacional como internacional. Es un aprendiz de la guitarra, aunque la sabe tocar muy bien. Disfruta con júbilo el hecho de realizar serigrafía en tela. Hace un tiempo tuvo rastras a la altura de la espalda, hoy en día se las cortó.
            -Mirá que no soy vegetariano,- aclara Iván con una sonrisa de oreja a oreja- soy vegano, es muy, pero muy diferente. Los vegetarianos no comen carne, nosotros(los veganos) no comemos ni carne, ni huevo, ni leche, ni queso, ni nada hecho con animal”.
            Iván viene de una familia que se preocupa mucho por el medio ambiente y el bienestar de los animales. Su mamá dejo de comer carne a la joven edad de nueve años, y sus hermanos más grandes siguieron el mismo camino. Él se muestra completamente en contra de matar animales para poder comer y alimentarse bien.
            Es vegetariano desde los catorce años, con la ayuda de un nutricionista profesional, porque “dejar de comer carne de un día para el otro puede debilitar el organismo”. Normalmente, él come verduras de todo tipo, acompañadas de frutas como postre, y cuando dispone de tiempo hace jugo de frutas naturales. Desde que “cambió de estilo de vida”, afirma que se siente muy bien, con mucha energía y buenas defensas.
            El joven afirma que recién hace dos años ha dejado de comer alimentos hechos con animales (huevo, lácteos). Hoy en día se considera vegano, antes era un vegetariano con intento de ser vegano, ahora lo pudo cumplir.  Es un muchacho muy respetuoso y consensuador, que entiende a la gente que come carne como a la que no la  come, al igual que él o diferente.“Son distintas formas de pensar”.
            Al terminar con las preguntas, remató con una fundamental frase que daba a lucir su forma de vida, su ideología hippie y su posición completamente contraria al uso de semillas transgénicas:
“Creo que lo que la naturaleza nos da, no tiene que ser modificado. Conozco poco del tema, pero siempre escuche sobre diferentes riesgos de toxicidad. Creo que la gente debería informarse más en cuanto a lo que está ingiriendo diariamente”.







0 comentarios:

Publicar un comentario