El Vegano
Por Vicente Roca
Iván Dietrich tiene
25 años. Vive solo en un monoambiente en la ciudad de La Plata, que tiene todas
las paredes pintadas por él mismo. Estudia la carrera de Artes Plásticas con orientación
en Dibujo desde hace siete años en la
Facultad de Bellas Artes de la UNLP (Universidad Nacional de La Plata).
El joven nació en
Rio Negro, pero desde los cinco años se mudó con su familia a la provincia de
Neuquén.
No utiliza ni
redes sociales ni Internet ni Whastsapp,
se maneja con un teléfono móvil precario, de los más antiguos y de simple uso.
Aunque tiene mail, es solamente para asuntos exclusivos de estudio. Le encanta
viajar, lo hace con mucha frecuencia; en general, va de campamento y casi
siempre- por no decir todo el tiempo- va de mochilero.
Sus amigos lo
definen como hippie, le gusta fumar marihuana por eso es que cultiva su
planta. Le fascina la buena música, se
pasa el día entero escuchando reggue y
rock, tanto nacional como internacional. Es un aprendiz de la guitarra, aunque
la sabe tocar muy bien. Disfruta con júbilo el hecho de realizar serigrafía en
tela. Hace un tiempo tuvo rastras a la altura de la espalda, hoy en día se las
cortó.
-Mirá que no soy
vegetariano,- aclara Iván con una sonrisa de oreja a oreja- soy vegano, es muy,
pero muy diferente. Los vegetarianos no comen carne, nosotros(los veganos) no
comemos ni carne, ni huevo, ni leche, ni queso, ni nada hecho con animal”.
Iván viene de una
familia que se preocupa mucho por el medio ambiente y el bienestar de los
animales. Su mamá dejo de comer carne a la joven edad de nueve años, y sus
hermanos más grandes siguieron el mismo camino. Él se muestra completamente en
contra de matar animales para poder comer y alimentarse bien.
Es vegetariano
desde los catorce años, con la ayuda de un nutricionista profesional, porque
“dejar de comer carne de un día para el otro puede debilitar el organismo”.
Normalmente, él come verduras de todo tipo, acompañadas de frutas como postre,
y cuando dispone de tiempo hace jugo de frutas naturales. Desde que “cambió de
estilo de vida”, afirma que se siente muy bien, con mucha energía y buenas
defensas.
El joven afirma
que recién hace dos años ha dejado de comer alimentos hechos con animales
(huevo, lácteos). Hoy en día se considera vegano, antes era un vegetariano con
intento de ser vegano, ahora lo pudo cumplir.
Es un muchacho muy respetuoso y consensuador, que entiende a la gente
que come carne como a la que no la come,
al igual que él o diferente.“Son distintas formas de pensar”.
Al terminar con
las preguntas, remató con una fundamental frase que daba a lucir su forma de
vida, su ideología hippie y su posición completamente contraria al uso de
semillas transgénicas:
“Creo que lo que la naturaleza nos da, no tiene que ser modificado.
Conozco poco del tema, pero siempre escuche sobre diferentes riesgos de
toxicidad. Creo que la gente debería informarse más en cuanto a lo que está
ingiriendo diariamente”.
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