La pensión
Por: Vladimir Ramírez
La llegada a la Plata en los primeros días del año está
decorada con el verde y el color vivo del verano, aguarda así la llegada de los
jóvenes ingresantes a la UNLP. Un grupo variado de estudiantes de diferentes
partes llegan expectantes para inscribirse en la carrera que eligieron.
Algunos desde el interior del país o desde otros países llegan
a encararse con el problema de ¿Dónde vivir? Aparece entonces un negocio que ha
cambiado el panorama de La Plata, las pensiones.
La pensión es el lugar que por economía o facilidad de
trámites reúnen a gran cantidad de estudiantes, se encuentran distribuidas por
toda La Plata, anunciando, wi-fi, cocina, espacios comunes.
La mayoría de las pensiones son fachada de casa. Entramos
a una de estas casas adecuadas para los estudiantes y al abrirse la puerta
queda de frente unas escaleras.
-Hola, que gusto- Así nos recibe María Juana Iquique
habitante de la pensión, lleva nueve meses viviendo en La Plata, es de Chile y
tiene diecinueve años, le encantan los tatuajes y la libertad.
“De la pensión me llevo una linda experiencia”
Se ríe cuando recuerda que en las escaleras de la entrada
se tropezó más de tres veces cuando salía de joda mientras enseña la casa.
“En la planta baja hay tres cuartos, en el del fondo vive
un chico de Brasil, en la siguiente unos Colombianos y en la otra chicos de
Argentina”
Al terminar la escalera llega el área común, una sala de
muebles trajinados por el uso y un televisor que sintoniza futbol nos saludan.
“En este piso hay más habitaciones, vivimos otros
chilenos, mexicanos, peruanos y colombianos y chicos del interior”
En el comedor, un ventanal de cortinas blancas en el muro del fondo crea un ambiente
apacible. Allí se encuentra Gabriel.
Gabriel lleva unos diez meses en la pensión, viene de Río
Cuarto Córdoba, describe la pensión como “un lugar bastante cómodo donde conocí
un grupo de personas muy copadas, que se intentan ayudar mutuamente”
A esa hora almuerza usualmente y reconoce que lo que más
come son fideos y hamburguesas caseras, a lo que Maria Juana le halla la razón “
pasta es lo más fácil de hacer y rápido, igual he hecho hasta pan depende de la
circunstancia, si tengo más plata y mi estado de ánimo”
Regresamos al cuarto de Mara Juana junto a Gabriel. Las
paredes de ladrillo estaban decoradas con varias fotos de ella, una cucheta y
una cama sencilla, donde duerme. Por el momento no tiene compañeras de
habitación, pero sabe que empezará a llenarse a principio de 2014.
María regresará pronto a Chile, y extrañará de la pensión
lo que hacía “ mucha joda, pasarla bien con los amigos, desde tomarse un mate
en la mañana, cocinar, fumarse un faso y hacer algo a la noche”.
Pero se alegra de regresar, extraña a su familia, tanto
como cualquiera que se distancia, así como Gabriel, su familia se encuentra a más
de 700 km de La Plata.
Gabriel es un poco más reservado, pero también le
emociona regresar donde su familia para las vacaciones. Regresará el próximo
año a la misma pensión, porque como él dice: “no cambio la privacidad de mi
pieza”.
Una casa, una cocina un patio, son los testigos de lo que
ha sucedido en la pensión, la convivencia siempre genera nuevos eventos y saben
que dentro de esas cuatro paredes lo que realmente se llevan es la amistad.
0 comentarios:
Publicar un comentario